sábado, 15 de septiembre de 2012

noticias

Es de hace ya casi un mes, pero me parece interesante guardar la noticia.

Mi padre anda detrás de esta idea hace ya unos años, igual podríamos organizar la reconstrucción del chozo de Guspiada para el verano que viene, sería una cosa bonita, una excusa para organizar una comilona y después podría señalizarse la ruta para que los visitantes suban a verlo. ¿Qué os parece?


LOIS / Recuperación de tradiciones

Los vecinos recuperan un chozo de merinas


E. Niño / León
Vecinos de la localidad de Lois, en el municipio montañés de Crémenes, han recuperado un tradicional chozo de merinas, ensalzando además la cultura trashumante de la comarca. 
Según indicaron los promotores de esta iniciativa, a Lois, como a otros muchos pueblos de la montaña leonesa, llegaban todos los años las merinas procedentes de Extremadura a principios de junio y allí pastaban hasta mediados del mes de octubre. Allí, había tres puertos y en ellos había chozos para que durmieran los pastores. Además, solían contar también con un corral-redil para las merinas y en algunos ‘gocheras’ para los guarros, cerdos de pata negra que solían a acompañar a los rebaños trashumantes.
Este año los vecinos han decidido reconstruir uno de estos chozos, que se construyen con hayas delgadas -denominadas llatas-, con las ramas de podar esas hayas que se llama vardasca y con escobas. En el interior se hacen unas camas de madera mullidas con escobas. Asimismo, recuerdan que cuando antaño era necesario construir alguno, los pastores mataban una merina y hacían caldereta –carne guisada de oveja– y chanfaina –una sopa de pan con hígado– para invitar a los vecinos que lo habían construido, lo que convertía la labor en toda una fiesta, algo que hacía que durante el invierno se quemara alguno para poder reconstruirlo en verano.
La tradición ganadera de la comarca hacia que los pastores que recaían en Lois procedieran de Prioro, Tejerina y Remolina, y la tradición se ha repetido en esta reconstrucción contado con la colaboración de Miro de Tejerina, hijo y nieto de pastores y mayorales, que fue el encargado de hacer la comida tras una jornada de trabajo, aunque sustituyendo la hoguera por butano para prevenirse de posibles incendios.
Tras esta experiencia a la que han acudido los vecinos de manera libre, ya que antaño se llevaba a cabo por hacendera estando obligados a acudir al menos un hombre de cada familia, los promotores piensan ya en continuar y reconstruir algún chozo más, con el objetivo de enseñar esta tradición a los jóvenes.